Dos siglos y medio después de que John Gay creara la Ópera de los mendigos, y cincuenta años después de que Bertolt Brecht firmase con Kurt Weill su Ópera de los tres centavos, Chico Buarque publicó la Ópera do malandro. El musical de Chico, tras más de un año dedicado a escribir las canciones, al montaje y los ensayos, se estrenó el 26 de julio de 1978 en el Teatro Ginástico de Río de Janeiro. Aunque antes tuvo que sufrir algunos cortes de la censura. De la dirección se ocupó Luís Antônio Martinez Corrêa. Y permaneció en cartel durante casi un año, llenando el teatro de martes a domingo.
Decía Chico por aquellos días que su musical tenía la estructura de la obra de Gay y el enfoque crítico de Brecht, pero era esencialmente brasileño: en el Río de Janeiro de la década de los cuarenta del siglo pasado, Fernandes de Durán, el magnate de los burdeles, y Max Overseas, el contrabandista, son rivales. Para empeorar las cosas, Max seduce a la hija de Durán, Teresinha, y se casa con ella en secreto, aunque tiene a Lúcia, hija del jefe de policía, como amante. Una historia sobre el poder del dinero, la corrupción y el papel de las corporaciones, que transcurre en el barrio carioca de Lapa, pero que podría suceder en cualquier otro lugar. Banqueros y empresarios sin escrúpulos, policías cínicos y corruptos, prostitutas, transexuales…
La ópera de Chico Buarque, uno de los grandes de la música brasileña, trata de la decadencia de un sistema económico, social y político, y de sus estrategias para mantenerse en el poder. Decía él, cuando se estrenó, que en la obra no hay héroes, que todos los personajes giran alrededor del dinero. Y que, en la lucha por la supervivencia, que no permite veleidades éticas, hay dos niveles: el de los que luchan para sobrevivir y el de los que luchan para acumular. Como escribió Ruy Castro, una historia de explotadores y explotados conviviendo en ‘armonía’.
En la banda sonora, clásicos de Chico como Folhetim, Pedaço de mim, O meu amor, Geni e o Zepelim, Teresinha… y ese O malandro, adaptación al portugués de Mackie el navaja, el Mack the knife de Brecht y Weill, más una Ópera do malandro a partir de fragmentos de Rigoletto, Aida y La traviata, de Verdi, Carmen, de Bizet, y Tannhäuser, de Wagner. Un LP doble recogió entonces las canciones, con arreglos y dirección musical de Francis Hime, en las voces de Nara Leão, Gal Costa, Alcione, Zizi Possi, Marlene, Elba Ramalho, Moreira da Silva, el grupo MPB-4 o el propio Chico Buarque.
Ahora la compañía Teatro defondo, con dirección y versión a cargo de Vanessa Martínez, y la dirección musical de Pedro Moreno, trae a Madrid esta Ópera do malandro. Nueve actores/cantantes (Antonio Villa, Muriel Sánchez, Andrés Navarro, Lola Dorado, Mar Álvarez, Nuria Benet, Ángel Ramón Jiménez, Juan Bey y Pablo Huetos) y cuatro músicos/actores (Pedro Moreno, Adrián Alvarado, Carlos Mankuzo y Manu Sanz).
Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa. Madrid
Del 6 al 29 de junio. Miércoles a sábados 21h30. Domingos 20h30.